Hoy hemos podido visitar un museo que está muy cerca del colegio que se llama:
MUSEO DE LA MERCED de CIUDAD REAL
Primero en clase hemos estudiado las
NORMAS que tenemos que respetar en el museo y que son:
§HACER UNA FILA PARA PASAR.
§IR SIEMPRE JUNTO A NUESTRO GRUPO.
§CAMINAR SIN CORRER.
§ESCUCHAR LO QUE NOS CUENTA EL GUÍA.
§MIRAR CON ATENCIÓN.
§HABLAR FLOJO.
§NO TOCAR LOS CUADROS NI LAS ESCULTURAS.
§ NO SE PUEDE COMER, NI TIRAR COSAS AL SUELO.
Y también trabajamos sobre el recorrido que teníamos que realizar desde el colegio hasta el museo y no perdernos. Así nos familiarizamos con el
PLANO
Como ya estábamos preparados, y sabíamos algunas cosas muy importantes, nos pusimos en marcha.
Ésta es la fachada del museo, que primero fue un convento de religiosos y después un instituto.
Cuando llegamos nos pusimos muy contentos porque llevábamos muchos días esperando este momento.
Hay una estatua dedicada a San Juan de Ávila:
Al pasar dimos nuestra invitación al museo, y nos recibió casi todo el personal que trabaja allí. Especialmente queremos agradecer a
Pilar Molina que sabe todo del museo que nos preparara esta estupenda visita adaptada a la edad de los visitantes.
La seguimos por un pasillo cuyo suelo es de madera y de cristal para proteger el antiguo suelo que tiene más de cuatrocientos años.
En el patio central nos recibió el director del museo en persona y nos explicó que fue antes el museo y nos dijo lo importantes que son todas las personas que trabajan allí: desde los limpiadores que hacen que todo esté limpísimo cada día, hasta los restauradores y los guías que nos lo enseñan.
Después bajamos a la cueva del museo, esta parte nos gustó mucho y Pilar nos contó que los frailes lo utilizaron como cámara frigorífica (porque entonces no existían las neveras) para conservar los alimentos. Y en la guerra sirvió como refugio.
Después subimos todos juntos por un ascensor muy grande, de cristal, hasta la planta superior; donde vimos algunas obras de arte. Pinturas y esculturas. Algunas eran realistas y otras figurativas y abstractas. Como en los museos no se pueden sacar fotos de las obras que allí se exponen, no os las podemos mostrar aquí. Pero ha sido estupendo el comportamiento que han tenido en todo momento y todo lo que ya saben comentar cuando ven una obra de arte: los colores, las formas, lo que cada uno ve...
Cuando terminamos Pilar les dio un dulce porque se portaron GENIAL. Eso sí, nos lo comimos al salir porque en el museo no se puede comer.
Os animo desde aquí a que volváis con vuestros hijos y visitéis este museo porque tiene mucho por descubrir.
Y MUCHAS GRACIAS desde aquí tanto al director como a Pilar Molina por prepararnos esta visita y explicar todo de manera muy accesible y amena.
